Toxina botulínica
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Toxina botulínica
¿Quieres sentirte más confiada y segura de ti misma al lucir un rostro juvenil?
¡La toxina botulínica puede ser la respuesta que buscas! Conocida como ‘botox’, esta proteína se utiliza en medicina estética para tratar las arrugas de expresión.
La toxina botulínica es un medicamento biológico seguro y efectivo, siempre y cuando sea administrado por médicos especializados en cirugía plástica, estética y reparadora. Este tratamiento actúa inhibiendo la contracción muscular y, en particular, la musculatura de la mímica facial que provoca las arrugas de expresión, lo que resulta en una apariencia más juvenil.
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¿Cómo funciona la toxina botulínica (Botox)?
La toxina botulínica actúa en los músculos al bloquear la liberación de acetilcolina, lo que reduce la capacidad de los músculos para contraerse y, por lo tanto, ayuda a suavizar las arrugas causadas por la actividad muscular excesiva. A medida que el efecto de la toxina botulínica se desvanece, los músculos recuperan gradualmente su capacidad de movimiento y las arrugas pueden reaparecer. Por esta razón, es necesario repetir el tratamiento periódicamente para mantener los resultados.
¿Dónde utilizar toxina botulínica?
¡La toxina botulínica ofrece una amplia gama de posibilidades para mejorar tu aspecto! Este tratamiento puede ser utilizado en diversas áreas, incluyendo la región periorbitaria para tratar las patas de gallo, la glabela para reducir las arrugas del entrecejo y la frente, donde incluso puede elevar ligeramente las cejas. Además, la toxina botulínica puede ser aplicada en el cuello y escote para reducir las líneas finas y arrugas en esa zona.
Si bien existen otras indicaciones estéticas que requieren una evaluación individualizada, esta proteína puede ser una solución efectiva y segura para lograr una apariencia más juvenil en diferentes áreas del cuerpo.
¡Anímate a explorar todas las posibilidades que la toxina botulínica puede ofrecerte y a sentirte mejor contigo misma!
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¿Quiénes pueden beneficiarse de este tratamiento?
Cuando se trata de los efectos estéticos beneficiosos de la toxina botulínica, es importante distinguir entre dos grupos de edad: los jóvenes y las personas de mediana edad.
pacientes jóvenes
En pacientes jóvenes con las primeras arrugas de expresión, la toxina botulínica se puede utilizar a partir de los 30 años en aquellos que ya presentan arrugas que aparecen naturalmente al gesticular. Este tratamiento tiene un carácter preventivo del envejecimiento asociado a la aparición de las arrugas de expresión, ya que las inyecciones repetidas sobre los músculos que las causan consiguen atenuarlas.
personas de mediana edad
En personas de mediana edad, este procedimiento se combina con otras terapias, como los productos de relleno. En estos casos, donde las arrugas son más profundas, el tratamiento se complementa con un relleno de la zona que restaura el volumen perdido. Los rellenos ayudan a mejorar el resultado ya que en algunos casos la acción continuada del músculo crea una arruga inveterada. Aunque se bloquee el músculo que la produce, la arruga, aunque atenuada, seguirá siendo evidente.
personas que sufren de hiperhidrosis
Por último, la toxina botulínica también se puede utilizar en personas que sufren de hiperhidrosis, es decir, sudoración excesiva en axilas, palmas de las manos y plantas de los pies, que puede afectar seriamente a la vida laboral y social del paciente, así como a su autoestima. El mecanismo de acción de la toxina a este nivel consiste en la denervación química de las terminaciones nerviosas simpáticas en las glándulas sudoríparas.
¿Cuántas sesiones son necesarias?
La toxina botulínica suele empezar a mostrar sus efectos a los tres días después de la aplicación y estos se mantienen durante un período de 4 a 6 meses. Después de este tiempo, la actividad muscular vuelve a recuperarse y las arrugas reaparecen. Por lo tanto, es recomendable repetir el tratamiento dos veces al año para mantener los resultados deseados. Sin embargo, es importante destacar que la frecuencia y la cantidad de las inyecciones dependen de cada paciente y de la zona a tratar, y debe ser determinada por un médico especialista.
Efectos secundarios
Recuerde que como con cualquier tratamiento médico, existe un riesgo potencial de efectos secundarios con la toxina botulínica. La seguridad y eficacia de este tratamiento dependen de la habilidad y experiencia del médico y el uso adecuado de las dosis y técnicas de inyección. Por lo tanto, elija cuidadosamente a un médico debidamente acreditado y con experiencia. Además, seguir las instrucciones del médico después del tratamiento es importante para minimizar el riesgo de efectos secundarios.
En resumen, la toxina botulínica es segura y efectiva cuando se realiza por profesionales capacitados, asegúrese de elegir cuidadosamente a su médico para garantizar los mejores resultados.”
Médica Oftalmóloga Cirujana Especialista en Medicina Estética
Dra. Pamela Frasson Mat.10.457
- Médica Generalista UM (Universidad de Mendoza)
- Especialidad en Oftalmología (Clinica de la Dra Mulet)
- Curso de Educación Superior en Oftalmología del Cono Sur
- Felowship de Facoemulsificacion de Cristalino y Cirugia de Cataratas, Clinica San Camilo, Berazategui , Bs As. (Dictado por Dr. Gerado Valveccia y Dr Gaston Gomez Caride)
- Felowship de Cirugía de Párpados (Clínica San Camilo, Berazategui, Bs As.)
- Congreso Conjunto de Oftalmología
- Congreso ALACCSA-R asociación latinoamericana de cirugía de catarata, segmento anterior y regractiva (Lima)
- Posgrado en medicina estética de la UBA (Universidad de Buenos Aires) dictado por: -SAEME (Sociedad Argentina de Especialistas en Medicina Estética -SACE (Sociedas Argentina de Clinica Estética)
Curso de Fillers dictado x la Dra Krysthel Dittel
Formacion One to One de Armonizacion Facial con Dr Fernando Felice.
Formacion de Armonizacion Facial con Dr. Fernando Silikovich
Rotación con Dr. Duilio Cortella
Rotación con Dr. Carlos Mir (Ceoplas)
Cursos varios
Formación Permanente
Otros tratamientos
Preguntas Frecuentes
En esta sección respondemos a algunas de las dudas más frecuentes que les surgen a nuestros pacientes a la hora de realizar un tratamiento de toxina botulínica.
La toxina botulínica es una sustancia producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum. Se utiliza en medicina estética para reducir temporalmente la apariencia de arrugas y líneas finas en la cara.
La toxina botulínica funciona bloqueando temporalmente la comunicación entre los nervios y los músculos, lo que reduce temporalmente la actividad muscular en el área tratada.
La toxina botulínica se puede utilizar en la frente, entre las cejas, alrededor de los ojos (patas de gallo), alrededor de la boca (líneas de marioneta), y en otras áreas donde se forman arrugas y líneas finas.
Cuando se utiliza correctamente por un profesional capacitado, la toxina botulínica es segura y efectiva. Sin embargo, como con cualquier procedimiento médico, existen riesgos potenciales asociados. Es importante hablar con su médico acerca de cualquier preocupación que tenga antes de recibir cualquier tratamiento.
El efecto de la toxina botulínica suele durar de tres a seis meses, dependiendo del área tratada y la cantidad de toxina utilizada. Después de eso, es posible que sea necesario recibir otro tratamiento para mantener los resultados.
No se recomienda recibir toxina botulínica si está embarazada o amamantando. Es importante informar a su médico si está embarazada o amamantando antes de recibir cualquier tratamiento.
Es importante informar a su médico si está tomando algún medicamento, tiene alguna afección médica o ha tenido algún procedimiento en el área a tratar en el pasado. También es importante informar a su médico si tiene alergias a algún medicamento.
Sí, puede continuar con sus actividades diarias normales después de recibir toxina botulínica. Es posible que su médico le recomiende evitar acostarse durante cuatro horas después del tratamiento y evitar frotarse la zona tratada. También puede ser necesario evitar el ejercicio vigoroso durante un día o dos después del tratamiento.
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